15 Feb La influencia de la actividad física en la piel
Cuando pensamos en el cuidado de la piel nos viene a la mente únicamente tratamientos estéticos y dermocosméticos, sin embargo, otros factores influyen positivamente sobre la piel: EL DEPORTE.
Al ponernos en movimiento mejora la circulación sanguínea, la oxigenación y esto facilita que le lleguen nutrientes específicos a nuestra piel dando un color rosado, más luminoso y aspecto mas saludable.
Si el ejercicio lo realizamos forma periódica, podría influir en contrarrestar los efectos provocados por los radicales libres en la piel, frenando los signos de fotoenvejecimiento como la aparición de arrugas, flacidez y manchas, además de optimizar la textura y apariencia.
El aumento de la circulación de la sangre cuando el cuerpo entra en mayor movimiento, permite eliminar de forma más efectiva las toxinas que pueden ser causantes de infecciones cutáneas o simplemente, de un aspecto poco sano y estético.
La sudoración que se produce durante el ejercicio ayuda a la eliminación de células muertas de la epidermis, así como suciedad e impurezas que están en la superficie, es decir, se genera una exfoliación natural.
Con la sudoración, los poros se abren permitiendo la salida de toxinas, destapando los conductos de las glándulas sebáceas capaces de generar problemas como el acné.
La actividad física y sus efectos en la piel, permite disminuir los niveles de insulina, hormona que en la piel colabora con la producción de sebo y se relaciona a la aparición de manchas e incluso de algunas patologías tumorales.
Estudios indican que el ejercicio ayuda a preservar y renovar el colágeno y la elastina. El colágeno es el componente más abundante de la piel y es el encargado de dar la firmeza. Por lo tanto, al renovarse y preservar el colágeno, se evita la flacidez y otros síntomas de envejecimiento. Al mantener la elastina, la piel se conserva más firme y elástica, así como más resistente a cambios tales como el estiramiento al subir de peso.
El ejercicio diario ayuda a reducir el estrés, dado por la liberación de endorfinas y, además, favorece un mayor descanso durante la noche. Esto es ideal para la piel ya que la falta de sueño y el estrés pueden perjudicarla. Con el estrés pueden aparecer o agravarse muchas enfermedades a la piel como la psoriasis, rosácea, acné y dermatitis. Además, el buen descanso ayuda a evitar las ojeras y las bolsas en los ojos.
En el caso de la celulitis, el ejercicio es una gran herramienta para prevenir y para mejorarlo, reduciendo la adiposidad localizada, mejorando la circulación en esas zonas, mejorando el drenaje linfático y venoso.
En el cabello así como en la piel, al aumentar la circulación sanguínea con la práctica de ejercicio se mejora la tonalidad, suavidad, caída y brillo.
Es muy importante que durante la práctica del ejercicio al aire libre, se debe usar protector solar para proteger tu piel de los rayos UV y, además, se debe evitar la irritación de la piel, usando ropa adecuada y materiales que protejan la piel, como aquellas que permiten el secado rápido.